VOLVEMOS A CASA

Hola gente!

Estoy en Almunia de Godina. Como ya os comenté, he pasado un par de días en el hospital. Aunque la doctora, en las diferentes visitas me ha recomendado volver a casa y hacer mucho reposo, como que llevaba un buen chute de antiinflamatorios y tenía muchas esperanzas puestas en mi proyecto, esta mañana he seguido camino.

Marta, la ATS de los bomberos, me ha venido a recoger al hospital, tal como habíamos quedado, para llevarme hacia la salida de Zaragoza. Pero ella y su pareja me han acabado llevando hasta Almunia.

Una vez aquí he ido hacia el Ayuntamiento. Gloria ya había telefoneado y me estaban esperando la concejala de Servicios Sociales, Sonia y la Asistente social, la Margarita Cebrián. Me han llevado a un hostal y me han dado un ticket para un bocadillo y otro para el desayuno de mañana.

Llevo todo el día en la cama. He tenido mucho tiempo para reflexionar estos últimos tres días. La espalda me sigue doliendo mucho y no me veo capaz de seguir con la marcha.

Quería seguir por principios y porque realmente creo en lo que he empezado, pero aparte de vuestro apoyo, no ha habido manera de que la marcha tuviera repercusión en los medios de comunicación. Quizás soy demasiado optimista y pensaba que la respuesta sería muy diferente de lo que ha sido. Estaba convencido de que como mi problema es el de muchísima gente, habría mucha más movida y la gente se haría suya mi protesta y así, todos juntos podríamos intentar conseguir algo. Pero la verdad es que he quedado muy decepcionado.

Es cierto que allí donde he ido he encontrado gente muy maja, que me ha ayudado y me ha animado a seguir el camino y, francamente, se lo agradezco muchísimo a todos y todas. Pero lo que me ha decepcionado es el resto de la gente. Tal vez, ya os lo he dicho, soy demasiado optimista, pero tenía la esperanza de que la gente se solidarizara con un problema que afecta a muchísimas familias, que nos debería hacer salir a todos a la calle y decir un BASTA bien grande. Veo que la realidad está muy lejos de mis esperanzas y eso es lo que me ha dejado bien decepcionado.

Así que después de pensarlo mucho y mucho, y pese a la ilusión que desde un principio había puesto, las cosas han ido como han ido. Mi espalda me ha dicho que basta y que hasta aquí hemos llegado. Por eso, muy a mi pesar, debo comunicaros que hoy pongo fin a mi marcha, mi proyecto de solidaridad y vuelvo a casa.

Mañana empezaré a hacer dedo a ver si encuentro quien me lleve hacia Barcelona y de allí hacia Manresa. Cuando llegue, me volveré a poner en contacto con vosotros a través del bloque.

Muchas gracias por todas las muestras de apoyo que me habéis ido dando y por el esfuerzo que muchos han hecho para ayudarme en la marcha.

Hasta pronto compañeros i compañeras.